domingo, 26 de febrero de 2012

El sensacionalismo

El sensacionalismo en el periodismo se refiere al uso de la exageración, el embellecimiento o la distorsión de hechos en el reportaje de un evento con el fin de aumentar el interés del publico en la noticia. A pesar de que todos los tipos de periódicos pueden emplear el sensacionalismo en sus historias, como fue el caso en la exagerada cobertura de prensa del juicio de Casey Anthony o el ataque de las torres gemelas, los tabloides son típicamente los que se dedican a este periodismo amarillo. Se puede argumentar que el sensacionalismo pudiera, en ciertos casos, tener un efecto positivo ya que la apelación a la emoción puede ser de gran ayuda para las caridades o fundaciones. Estas dependen de las donaciones de la gente las cuales incrementan con publicidad sensacionalista. Por otro lado las agencias de noticias toman ventaja del aumento en interés para elevar el precio de la publicidad y, por lo tanto, una ganancia mayor. Como se puede observar el principal objetivo del sensacionalismo es incrementar los ingresos de una organización, por lo que yo no apruebo de esta táctica como valida para lograr sus objectivos.


Un ejemplo reconocido del sensacionalismo se trata de la demonización de los tiburones. Desde los días del amenazador ‘da-dum…da-dum’ de la película Tiburón, los tiburones han sido vilipendiados y vistos como viciosos devoradores de hombres a pesar de que estadísticas demuestran lo contrario. Hasta el autor de Tiburón, Peter Benchely, afirma que “en una versión actualizada de Tiburón, el tiburón no podría ser el villano, sino tendría que ser escrito como la victima ya que en todo el mundo los tiburones son más los oprimidos que los opresores.” De acuerdo con National Geographic, por cada humano muerto a causa de un ataque de tiburón, los humanos matan aproximadamente unos dos millones de tiburones. El promedio de personas matadas por los tiburones al año es seis, menos que las muertes por cocos que caen (ciento-cincuenta al año), máquinas expendedoras (trece al año), perros calientes (setenta niños al año) y hasta por atragantarse con bolígrafos (cien al año). Pero ¿cuándo se ha oído hablar de alguien aterrorizado de esa máquina expendedora siniestra que acecha las profundidades del pasillo de la escuela?

La exposición a programas de televisión, películas o artículos de periódico en los que los tiburones son retratados como monstruos ha dado paso a unas generaciones de personas que tienen escalofríos con solo pensar en estas criaturas. Imagina que tu eres el surfista en la situación a la derecha:

¿Acaso tu corazón no salta un golpe? Y todo esto es por la dramatización de los ataques de tiburón como esos de Discovery Channels’s Semana de Tiburón. Durante una semana se muestran episodios con títulos como “Aguas mortales”, “El verano de mordeduras de tiburones”, “Océano de miedo” y “Los dientes de la muerte”; los cuales parecen estar en desacuerdo con la declaración del canal de que esta promoviendo la conservación de tiburones. En general, estos episodios están llenos de suspenso y emoción, atrayendo a unos veintinueve millones de espectadores, con historias sensacionalistas acerca de los ataques, mutilaciones y muertes. 


En tiempos en los que las poblaciones de tiburones disminuyen peligrosamente debido a la venta de sus aletas que pueden tener un precio muy alto en ciertos mercados, la pesca  recreativa y la contaminación, programas como estos hacen poco para disipar los mitos acerca de los tiburones. A pesar de una alianza con Oceana, una organización que avoca la protección de los tiburones, Discovery Channel parece solo lograr promocionar el sensacionalismo de esta especie. Algunos defienden la elección de episodios explicando que interesantes historias promueven el interés del publico en temas de la naturaleza. Sin embargo, ¿vale la pena si los espectadores solo obtienen una imagen equivocada de esta criatura fascinante?

Como se puede ver el sensacionalismo manipula los hechos con el fin de aumentar el numero de personas viendo el programa o leyendo el articulo. Esto le proporciona al canal o periódico una ventaja en cuanto a su capacidad de negociar con sus clientes. Como a cualquier negocio, el dinero es lo que cuenta por lo que a veces se puede ver la moral sacrificada. Es la responsabilidad del publico a dejar de apoyar programas de televisión o artículos periodísticos sensacionalistas y pedirle a los estudios y cineastas que realicen obras que tengan un contenido más ético y preciso.  

domingo, 5 de febrero de 2012

The Joneses


La película "The Joneses" es una sátira que critica la cultura consumista que se ha desarrollado en los países, especialmente en los primermundistas, donde la carrera constante para obtener los mejores y más nuevos productos es intensa debido al gran valor que se le ha otorgado. En la película, un grupo de vendedores pretende ser la familia perfecta con el fin de promover ciertas marcas y productos , de manera discreta en un barrio suburbano de alto poder adquisitivo. A cada uno de los miembros de la familia se la han asignado ciertos objetos que él o ella tienen que promover en el mercado. Por ejemplo, Jenn, la hija adolescente, tiene una gran variedad de cosméticos y firmas de moda que debe vender, mientras que el hijo, Mick, promociona aparatos de alta tecnología. Esta critica social reprende a las familias que obsesivamente persiguen la riqueza material sin darse cuenta de sus consecuencias nocivas, como se ilustra en la escena en la que el vecino Larry se suicida al ser incapaz de mantenerse en el mismo nivel de vida que los Joneses.

En la película las estrategia publicitaria que se demuestra es la de la simpatía y la belleza. Cada miembro de la familia es atractivo y exuda confianza; Jenn y Mick crean tendencias entre los adolescentes mientras que el Señor y la Señora Jones rápidamente se hacen ‘amigos’ de sus vecinos, los cuales siguen sus consejos sobre que productos comprar como si fueran sus discípulos. En mi opinión, la simpatía y la belleza es la estrategia más utilizada en la publicidad pues, como mencionan en la película, “si la gente te quiere, querrá lo que tienes”. Creo que es parte de la naturaleza humana querer siempre sobresalir en todos las facetas de la vida, o por lo menos en la mayoría. Por lo tanto, es comprensible que cuando una persona ve a alguien que el o ella percibe que le va mejor, ya sea porque cree que es mas atractivo, exitoso o rico, es un instinto creer que son sus posesiones lo que lo o la definen: “No puedes solo vender objetos; estas aquí para vender un estilo de vida, una actitud.” Por ejemplo, Steve Jones ‘casualmente’ le sugiere a un vecino, que tiene una mala vida sexual , que comprarle joyas de marca a su mujer podría mejorar su relación. En este ejemplo, el producto de la joyería, es simplemente utilizado como una manera a través de la cual el vecino trata de perfeccionar un aspecto de su vida que el ve como ideal en Steve. Finalmente, los Joneses promocionan varios productos: como maquillaje, perfumes, equipo deportivo, autos, comida, productos para el cabello, en donde incluyen o mencionan casi todas de las necesidades humanas, de éstas las mas notables son: la necesidad de logro, la necesidad de sensaciones estéticas y la necesidad de afiliación.

Sinceramente, nunca he sido una persona que le pone mucho valor o énfasis a las etiquetas de diseñador o a las nuevas tendencias. Tal vez esto se deba al hecho de que en nuestra escuela no siento que la gente se preocupe demasiado por tener los nuevos productos en el mercado. También, por ejemplo, en lo relativo a las prendas de vestir, el uniforme restringe las posibilidades de que la gente sea muy materialista. Asimismo, mis padres siempre han mantenido la creencia de que a los dieciséis años yo debo de tener un presupuesto al ir de compras y no debo comprar artículos de tanto valor, pues los pierdo o rompo con facilidad. Sin embargo, reconozco que soy relativamente vulnerable, por lo que si me traslado a un ambiente en donde si se le asigne tanta importancia a los objetos,tengo miedo de acabar atrapada en esa trágica espiral descendente.

Un Estereotipo Comun


A veces es difícil comprarle obsequios a mi hermana pequeña pues aunque le encanten las princesas prefiere jugar a ser una pirata. Por lo tanto ella no siempre esta contenta con los regalos que recibe. ¿Por qué es que la gente siempre asume que por ser niña automáticamente le encantara todo lo que es de color rosa con volantes? ¿Serán los estereotipos de género la causa subyacente?

El estereotipo que aparece en el comercial de Rose Petal Cottage de Hasbro está lejos de ser evidente y obvia, ya que es uno que esta profundamente integrado en la sociedad. Este anuncio publicitario, dirigido hacia las niñas, muestra a una niña de alrededor de unos cinco años de edad, cuidando su casa y realizando las tareas de hogar como por ejemplo: lavando la ropa, cocinando y cuidando a un bebé. A pesar de que es altamente improbable que sea intencional, este comercial promueve las representaciones estereotipadas de ambos sexos (Hasta la canción afirma que “cuidar de [la] casa es un sueño, sueño, sueño”). El mensaje que se envía declara que es responsabilidad y el deber de la mujer mantener la casa, un papel tradicionalmente asociado con la mujer. Aunque puede parecer inocente e inofensivo es este tipo de publicidad la que enfatiza los estereotipos de genero en la sociedad y limita las opciones de carrera para las mujeres. No es difícil entender que un niño es receptivo a toda la información y por lo tanto al ver estos anuncios en la televisión crece pensando que es correcto que la mujer se quede en la casa. ¿Cuántos espacios publicitarios demuestran a las niñas siendo doctoras, bomberas o deportistas? Por lo general, las niñas siempre aparecen jugando a las muñecas y a maquillarse, mientras que los niños juegan con figuras de acción, autos y productos deportivos. Inconscientemente, estos anuncios han creado una norma social que dicta los juegos apropiados, y por ende, las carreras profesionales para cada sexo. Por otro lado, resulta extraño pensar en un comercial que muestre a unas niñas jugando con espadas, helicópteros y tractores, lo cual demuestra la profundidad con la cual nos adherimos a un estereotipo o incluso nos identificamos sin pensarlo. Aunque no me clasifico como feminista, me disgusta cuando la gente comenta sobre como las mujeres deben de estar en la casa o no deben seguir ciertas carreras, como las de los campos de la medicina o la política. Sin embargo, cuando se trata de niñas parece no importarme que los anuncios apoyen a estos estereotipos. Por lo tango, los medios de comunicación y la publicidad deben ajustar sus comerciales para reflejar los cambios que han ocurrido en la sociedad, en términos de la igualdad entre los sexos, para poder acentuar la importancia de un medio ambiente libre de estereotipos.